Victoria Beckham usa joyas prestadas

Me asombra muchísimo enterarme de que Victoria, la ex Spice Girl ahora señora de Beckham, lleva joyas prestadas cuando tiene que acudir a una fiesta importante. Fue a una inauguración en el Metropolitan Museum neoyorquino la semana pasada, llevando piezas cedidas por Carrera y Carrera que, por cierto, es uno de los joyeros favoritos de Shakira. Uno piensa que siendo una de las mujeres más marquistas/consumistas de este planeta, le gustaría exhibirlas de su colección.

Sube. La guapa empresaria catalana Anna Cortina que hace muy poco logró cerrar la calle de Claudio Coello para el desfile inaugural de su tienda que se suma a las que ya tiene en Barcelona y Marbella, ha metido a Anya Hindmarch en nuestras vidas. Los Be a Bag (Sé un bolso) de la diseñadora británica se venden en sus emporios y muchas celebridades los tienen ya en versión personalizada como Pedro Almodóvar, Ana Abelló, Carla Royo-Villanova, Marisa de Borbón, Claudia Schiffer, Joaquín Cortés, Blanca Suelves, Alaska, Llum Barrera o Nuria March.

Sube. Cuídate Carmina Ordóñez, pues corres el peligro de convertirte en una folclórica más, jamona y vulgar. En tus últimas fotos se te ve rolliza, embutida en una ropa poco elegante y demasiado ceñida, un error que cometen muchas gorditas para parecer mas delgaditas. Vete a un spa para que te devuelvan lo que las revistas peluqueriles llaman tu esbeltez y vístete con ropa más acorde con tu edad para que se te pueda llamar como a Marlene Dietrich en su día, «Abuela glamurosa». O instálate en La Isla de los FamoSOS, donde los ídem se vuelven esbeltos a la fuerza.

Se mantienen. Ha llegado la moda de las víctimas sufridoras. Después de Carmen Bazán, la madre de Jesulín, que sufre una depresión por causa de las aventuras de su marido, Humberto Janeiro, el rompe corazones de Ubrique, le llega el turno a Maite Zaldívar.La mujer del alcalde de Marbella, Julián Muñoz, ha reconocido públicamente que existe un love story entre su marido y la versátil tonadillera Isabel Pantoja. Las malas lenguas hacen quinielas acerca de cuál será la tercera, por eso de que «no hay dos sin tres», en unirse al club de las esposas engañadas.