Ser Fallera Mayor es muy caro

En cualquier comisión de la ciudad. A los gastos evidentes (el traje de valenciana, con complementos y demás, no es precisamente barato) se suma la ley no escrita que dice que en los casales, muchas de las cenas, comidas y eventos los paga la máxima representante. Y también hay regalos a los que hacer frente, por ejemplo.

En tiempos de recesión, es razonable que las candidatas tengan que elegir, dejando su sueño fallero a un lado al menos por el momento. En resumen, muchas comisiones están viendo como pasan de tener lista a espera, a no tener a nadie a quien nombrar Fallera Mayor. La falla Obispo Amigó-Cuenca, del sector La Roqueta Arrancapins, es una de ellas, y se ha lanzado a buscar fallera mediante anuncios.

La oferta, en principio, es atractiva. «Somos una falla activa, abierta, acogedora, con grandes monumentos (sección 1ª infantil y 1ª A mayor) y magníficas mascletaes. Las interesadas pueden contactar con nosotros en el casal de la falla en la calle San José de Calasanz, 6 o en la administración de lotería de la Plaza Obispo Amigó».

Lo cierto es que es una buena falla incluso para las neófitas, una comisión de renombre que ni con eso consigue evitar la recesión. «Este año nos ha sido imposible encontrar representante entre las mujeres de nuestra comisión y nos hemos visto obligados a buscar, urgentemente, Fallera Mayor fuera de nuestro censo».

La futura Fallera Mayor, si quiere presentarse al cargo, podrá disfrutar de un «ambiente acogedor», abierto, familiar y ser la representante de una falla activa y con unos proyectos muy ambiciosos. Además, en principio, no tendría que hacerse cargo de ningún gasto extra que ella no considerara oportuno. Si no quiere hacer una cena gratis, no la tiene por qué hacer. «Tenemos el orgullo de militar en dos de las máximas categorías de monumentos y de ofrecer espectáculos pirotécnicos de gran calidad, lo que nos ha otorgado el sobrenombre de 'la falla de las mascletaes'», completan.

La representante podrá participar en todos los actos y los numerosos actos organizados tanto por la comisión como por la Agrupación de fallas de centro, a la cual pertenece la comisión. «El buen ambiente y la diversión están garantizados».

Es el caso, quizás, más destacado por lo conocido del nombre de la comisión. Pero no es el único. Al menos otras dos comisiones más han hecho público que buscan máxima representante más allá de su censo. Son los casos de las fallas Periodista Gil Sumbiela-Azucena del barrio de Benicalap, y Barrio Quint-Pizarro de Mislata.

«A día de hoy ,seguimos sin tener una de las figuras más importantes dentro de una comisión, el cargo de Fallera Mayor Infantil. Es una pena que quede vacante este puesto tan bonito. Esperamos que pronto tenga nombre», reconocen los falleros de Gil Sumbiela.

En el caso de la falla de Benicalap, la directiva reconoce haber hecho todo lo posible. «Este año se han barajado todas las maneras posibles para solucionarlo y se han comunicado a los padres de las niñas de la comisión infantil sin obtener ningún resultado. Si hubiera alguna niña que no se le hubiese podido localizar y estuviese interesada, que se comunique con la falla que la esperamos con los brazos abiertos». Sin fallera, en Valencia, no hay fiesta.

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