Bibiana Aído vive en el barrio de Beyoncé

Se puede decir que Bibiana Aído se ha comido la Gran Manzana. Sólo un año después de su aterrizaje en Nueva York -como «consejera especial» de Michelle Bachellet en ONU-Mujeres- la ex ministra de Zapatero es ya miembra de la élite de la ciudad. Así lo atestigua su nueva dirección, en la calle North More, en el barrio de Tribeca, considerado el más cool de NY y al que se acaba de mudar.

Se trata de antigua zona industrial revalorizada tras la conversión de sus fábricas y almacenes en lofts, estudios de diseño, galerías de arte, restaurantes de moda, tiendas de lujo... Le han dado fama mundial las chicas de Sexo en Nueva York, que alguna vez han usado sus tarjetas de crédito allí y Robert de Niro y Jane Rosenthal que lanzaron la zona fundando en 2002 el Festival de cine de Tribeca. Además de De Niro, allí tienen casa Leonardo Di Caprio, Scarlett Johansson, Beyoncé, Mariah Carey, Olivia Palermo, Gwyneth Paltrow y su marido Chris Martin... Aído, de 35 años, vive no muy lejos de la que fuera la residencia de John John Kennedy.

Codearse con tanta celebrity se paga a entre 3.000 y 5.000 euros, que es lo que cuesta el alquiler en la calle de Aído. Una cifra asequible para quien cobra unos 200.000 euros anuales -oficialmente su sueldo asciende a unos 100.000, pero se duplica gracias a dietas y ayuda a la vivienda- , nómina que corre a cuenta de España. Sigue ingresando, además, el 80% de su salario como secretaria de Estado -su último cargo aquí- al que tiene derecho durante los dos años siguientes a su cese.

Su labor en ONU-Mujeres están rodeada de tanto secretismo como los entresijos de su fichaje. Aído rechaza una entrevista con LOC para hablar de su tarea en Nueva York y el organismo que la emplea también se niega a detallar las actividades de sus trabajadores «sin perfil público» como es el caso, dicen, de la ex ministra. Sucede la semana en la que se sabe que, en los años que gobernó Zapatero España, se convirtió en el benefactor con mayúsculas de la división de mujeres de la ONU, aportando 200 millones de euros en seis años. En ese tiempo el Gobierno de ZP donó al organismo una tercera parte de lo que éste recolectó en todo mundo. Por eso la contratación de Aído, cuyo nivel de inglés daba para pedir café y poco más, se interpretó como un gesto de reconocimiento ante tanta generosidad española.

Lo único que le faltaría Aído para redondear su estacia en NY sería su novio, Julián Martínez, de 53 años, quien en mayo cesó como delegado de la Junta de Andalucía en Madrid. Quién sabe si pronto llegará a Tribeca.

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